Arte contemporáneo en plena naturaleza en Vejer de la Frontera

¿Es posible combinar arte contemporáneo y naturaleza?

Hoy os vengo a presentar uno de los espacios más curiosos que hemos tenido la oportunidad de visitar hace no mucho tiempo. Os hablo de la Fundación NMAC, localizado muy cerca de Vejer de la Frontera (Cádiz). Ubicado en la dehesa Montenmedio, la fundación NMAC (Montenmedio Arte Contemporáneo) es un espacio único, al aire libre y en plena naturaleza.

A veces la combinación de diferentes ideas que, en apariencia parecen opuestas, pueden dan lugar a grandes resultados. Los amantes de la pizza con piña entenderán de qué estoy hablando. Esto pasa con la Fundación NMAC, que ha sabido conjugar a la perfección arte contemporáneo y paisaje natural, creando un espacio armónico, creativo y lleno de interés. El pinar mediterráneo en el que se encuentra este museo al aire libre, invita al turista a reflexionar sobre su propio emplazamiento, es decir, en cómo disfrutar de las obras de arte expuestas desde una postura respetuosa y en conexión con el medio ambiente.

Su cercanía a la singular ciudad de Vejer de la Frontera, a tan solo 10 km de la ciudad, le hace ser una parada obligatoria en el camino. ¿Queréis conocerlo un poco mejor? ¡Sigue leyendo!

¿Qué podemos encontrar en la Fundación NMAC?

Este gran museo se encuentra dividido en dos partes diferenciada: por un lado, tenemos la zona de la entrada, en el que encontraremos 11 barracones esparcidos por el entorno; y por otro, el Parque de las Esculturas, donde se encuentran la gran mayoría de las obras.

En los barracones podréis encontrar la oficina de entrada (donde tendréis que sacar vuestra entrada), así como una biblioteca, sala de audiovisual, algunos espacios para artistas y otro, para diferentes talleres y visitas de escolares. Ni que decir tiene que son maravillosos: se trataban de antiguos barracones militares de los años 70 que quedaron abandonados y que la Fundación NMAC se ha encargado de darles un nuevo uso, integrándolos por completo en el paisaje. En su interior podéis encontrar desde fotografías con diferentes temáticas, pasando por un coche de época, hasta un alucinante «hamman». El recorrido es libre, aunque a nosotros nos recomendaron que visitásemos primero el Parque de las Esculturas, ya que fuimos un poco justos de tiempo.

¡Y ya entramos en el Parque de las Esculturas! Nos sentíamos un poco como Gretel siguiendo las migajas de pan, pues al igual que la joven del cuento de los hermanos Grimm, nosotros seguíamos lo que llamamos cariñosamente como «chinchetas amarillas». Éstas nos indicaban el camino, y como buenos exploradores debíamos dejarnos guiar en el extenso pinar. Así, poco a poco, nos fuimos adentrando y nos íbamos sorprendiendo cada vez que veíamos las diferentes obras de arte. Y es que una de las mejores cosas que tiene el complejo es que, aun siendo distintas las unas de las otras, todas te sorprenden.

Como todo, el arte contemporáneo es muy subjetivo, lo que lo hace asombroso. Puede ser que se coincida con la mirada o perspectiva del autor de la obra, o puede ser que no. Lo increíble es que ninguno de ellos te deja indiferente. Juega un papel importante, además de los materiales utilizados, la propia ubicación de las obras, a la cuales se les confiere una nueva dimensión. Ejemplo de ello son las obras «Impresión en el suelo» o «Viga Madre». Ambas se consideran espacios polivalentes y son usadas para la realización de talleres. La Fundación NMAC es, al final, un espacio donde poder expresarse. No es de extrañar que den voz a jóvenes promesas, y a aquellos artistas de fama nacional e internacional para que puedan expresar su arte en España; como son las obras ya mencionadas, la primera, de Gunilla Bandolin (sueca) y la segunda, de Jacobo Castellano (español).

Hay otras obras dignas de mención, como son «Puente» de Shen Yuan, o «Plasone dutty free» de Pascale Marthine Tayou; sin embargo, la obra que más nos impactó fue «Secondwind 2005» de James Turrel. Para llegar al interior de su obra, debíamos pasar por un pequeño túnel. Cuando llegamos al interior nos quedamos sin palabra, pues no nos esperábamos (para nada) lo que estábamos viendo. Se trata de un espacio cuadrangular, en cuyo centro encontramos un edificio de una sola planta y de techo curvo; que a su vez, se encuentra enclavado en el centro de una fuente de agua, cuadrangular. Leído así, puede sonar un poco extraño, pero lo cierto es que el autor juega con las formas para crear diferentes puntos de entrada de luz. Además, el agua juega un papel importante en la perspectiva, pues se encuentra siempre a la misma altura aun habiendo un desnivel por rampas. Creo que es más sencillo si os muestro algunas fotos. Ya os digo, nosotros flipamos.

Una vez terminamos de recorrer el Parque de las Esculturas, nos dirigimos hacia la zona de la entrada para poder disfrutar de las asombrosas obras que todavía nos quedaban por descubrir. Los barracones son espacios muy auténticos (en verdad, como todo en este lugar). La mayor sorpresa nos la llevamos con la obra de Huang Yong Ping, titulada «Hamman».

Ubicado en unos de los numerosos barracones del complejo, la entrada ya nos indicaba que íbamos a poder fascinarnos en este espacio, pues se trataba de la antesala del hamman, que descubrimos al bajar unas escaleras. ¿Quién nos hubiese dicho que encontraríamos allí, bajo el suelo, aquel espacio tan amplio, relajante y especial? Al igual que nos había pasado con la obra de James Turrel, al bajar al hamman nos quedamos maravillados. La propia obra te invitaba a pararte, sentarte unos minutos y disfrutar simplemente de estar allí y de la paz que transmitía. El día que lo visitamos (en octubre) hacía aun calor, por lo que al poder pararnos ese momento a disfrutar de esta obra fue un gustazo y ya la guinda que pondría fin a nuestra visita.

No he querido desvelar todas las magníficas obras que vimos, pues quiero que sea una sorpresa para todos los que tengáis la oportunidad de visitarlo. Sin embargo, sí que os voy a remitir a la página web oficial de la Fundación NMAC por si queréis aprender más y queréis conocer la totalidad de las obras que pudimos ver, solo tenéis que clicar aquí.

¿Merece la pena su visita?

Cuando nos decidimos por visitar la Fundación NMAC, no sabíamos qué podríamos encontrar, pero nos decidimos por dos motivos especialmente: no nos consideramos amantes del arte contemporáneo, aunque sí que disfrutamos del arte, y nos gusta visitar pinacotecas, salas y museos de arte, por lo que suele ser una de las opciones que siempre contemplamos cada vez que viajamos. Además, sí podemos afirmar que nos encanta estar al aire libre, explorar y perdernos por los caminos, por lo que nos pareció bastante atractiva la idea de un museo de arte, abierto y en pleno pinar. Era también un plan perfecto para estos momentos, es decir, para esta era de pandemia en la que nos encontramos. Entendimos que aun habiendo gran cantidad de público, siempre podríamos mantener la distancia de seguridad.

Así, que allá que fuimos. Nosotros disfrutamos muchísimo de la experiencia, aunque también hay que reconocer que íbamos preparados, con calzado cómodo y con agua por si la calor hacía demasiada mella en nosotros. Os recomiendo encarecidamente que vayáis con tenis (deportivas) o con las típicas botas de trekking. Tened en cuenta que estaréis andando entorno a una hora (si no más) por entremedio del pinar. Cuanto más cómodos vayáis, mejor. Una de las mejores cosas que tiene la Fundación NMAC es que puedes visitarlos con tu amigo canino, ¡pues éstos son bienvenidos! También considero que es un buen plan para poder realizar en familia, con los más pequeños de la casa; eso sí, tened en cuenta para los carritos que es plena naturaleza, con los desniveles propios de la misma. Igualmente, en la propia página web de la Fundación, podréis encontrar muchos otros consejos que pueden ser útiles para preparar vuestra visita. No te olvides de visitarlos aquí.

Al finalizar nuestra visita nos sentimos muy satisfechos con todo lo que vimos. Nos gustaron las obras, las cuales nos parecieron muy originales y sorprendentes; nos gustó que estuviesen al aire libre, pues su emplazamiento invita al descubrimiento y fomenta la curiosidad; nos gustó que no hubiese mucho público, y creemos que fuimos unos privilegiados, pues pudimos disfrutarlo sin que estuviese abarrotado; y por último, doblemente privilegio por saber que tenemos un museo con tanto potencial en nuestra propia provincia, que creemos que no es demasiado conocido por los gaditanos, en general.

Según todo lo mencionado, ¡no podemos dejar de darle un total de 5 estrellas! ¡Aplausos, amigos, aplausos!

Puntuación: 5 de 5.

Una prueba de lo bien que nos lo hemos pasado.

Horarios y tarifas

En cuanto al horario: podréis visitar la Fundación NMAC de martes a domingos de 10:00 a 14:00 horas. Tened en cuenta que los lunes cierran.

La entrada general tiene un coste de 5 € por persona. No tienen servicios de audioguía, por lo que la visita es libre. Si tenéis ocasión de ir el primer domingo de cada mes, la entrada será gratuita (lo que es de tener muy en cuenta) además existen descuentos para estudiantes, jubilados, personas con discapacidad y para grupos de más de 15 personas. También disponen de visitas guiadas para grupos (aunque tendrías que reservar con, al menos, 48 horas de antelación). El precio varía: si hay más de 15 personas, el precio será de 8 €; en cambio, si el grupo es de 15 personas o menos, el precio es de 10 € por persona. ¿Qué sois cinco pero queréis tener vuestra visita guiada por la colección? ¡No habría tampoco problema! para esta opción, el precio por el grupo es de 50 € (lo que por persona al final os saldría 10 €). ¿Qué sois profesores y os gustaría realizar una visita guiada con vuestro alumnado a la Fundación NMAC? ¡Pues también es posible! La entrada por cada alumno sería de 5 €, aunque necesitaréis hacer reserva previa.

¿Cómo llegar?

Llegar hasta la Fundación NMAC es muy sencillo si vienes en coche. Como ya os comentábamos, se encuentra a tan solo 10 km de Vejer de la Frontera, por lo que si vienes desde Cádiz te esperará menos de una hora de viaje, lo que lo hace un plan perfecto para una mini-escapada o una excursión curiosa.

Otra opción para llegar, si no disponéis de coche propio (o de buenos amigos o familiares que os puedan llevar) es coger un autobús de Comes (los típicos verdes de la provincia) y subirte en Cádiz hasta la Barca de Vejer, y de ahí coger un taxi que te lleve hasta tu destino. Os dejo por aquí la página oficial de los autobuses Comes para que podáis ver los horarios y sus tarifas, podéis clicar aquí para verlo; y por aquí, la página oficial de los taxis de Vejer de la Frontera para que podáis ver las tarifas, solo tenéis que clicar aquí. Una estimación de cuánto os costaría esta opción es de de unos 25 euros por persona. Igualmente, estos precios pueden variar a lo largo del tiempo, por lo que os recomiendo que lo reviséis.

📍 Km 42.5, N-340, 11150 Vejer de la Frontera, Cádiz

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